jueves, 17 de mayo de 2012

[II] Julia - John Lennon


 Ya estaba afuera. Y la tenía que encontrar. Antes de volar, de soñar y de vivir la tenía que encontrar. Tenía que saber tantas cosas...o no tantas, sólo una. Por qué se había ido.
 Como solía decir Libertad, Julia era un dinosaurio. Sabemos que existieron, pero nunca los vimos, se extinguieron, ya no están. Lo único de Julia que conocía Libertad eran sus fósiles. Los lugares que alguna vez había pisado, sus cosas, su piano, sus fotos, y, sobre todo, sus ojos. Cada mañana, al levantarse, Libertad miraba profundamente sus ojos azules frente al espejo, asombrada de la exactitud con la que cada rasgo, color y arruguita se parecía a los de esos ojos azul marino de las fotos. Y ella se metía en sus ojos y ellos se metían en Libertad como diciéndole "estoy acá, metida adentro de tus ojos".
 Hacía bastante que Libertad no se miraba a los ojos. En donde había pasado los últimos meses no había espejos para mirarse. Según aquella gente los espejos son filosos y pueden hacer daño. Sin embargo, a Libertad contemplarse los ojos le traía paz. Ella intuía que no le daban espejos para que no pudiera verse la cara pálida, las ojeras y la expresión triste, que provocarían que saliera de allí corriendo a toda prisa.
 Pero ahora ya estaba en el mundo, y en el mundo sí hay espejos para mirarse un ratito los ojos. También, en algún lugar de ese mundo infinito estaba Julia. Y a ese lugar, sea cual fuere, se dirigía Libertad.
 Libertad sabía que su madre se llamaba Julia Havet, nacida en la ciudad de Sölvesborg hacía aproximadamente medio siglo, llegada a Buenos Aires de la mano de la promesa de una vida digna para ese bicho que pateaba su panza prominente. Sabía además que había conseguido trabajo como asistente en un barco pesquero y que le pagaban poco, pero que alcanzaba para que ella comiera y para que Julia fuera feliz estando en su lugar, el mar. Sabía también sobre ese día en que se fue y no volvió. Se lo había dicho su abuela. Le dijo que en el mar a veces hay tormentas, tormentas muy fuertes en las que sopla tanto viento que nadie se escucha, y en las que hay tanta agua que nadie se ve. Los barcos chiquitos no aguantan las tormentas fuertes. Las maderas de los barcos chiquitos hacen crack, crack, y se rompen. Y el agua los moja y el viento los mueve. Y Julia trabajaba en un barco chiquito. Y en el mar había habido una tormenta fuerte. Y en esa tormenta hubo un montón de viento. Y también hubo un montón de agua.




5 comentarios:

  1. Que bueno! Me gustó!... Y las entradas anteriores también me gustaron. ¿Soy el único seguidor, el primero? Creo que deberían ser más, está bueno tu blog, eso de hacer relatos a partir de las canciones es una linda idea…
    Mientras leía recordé el cuento de Mujica Lainez, La sirena… Tal vez por eso que dice el texto, que “tenía que encontrar” y por “los barcos chiquitos”, no sé...
    El fondo esta bueno, pero la foto de Janis Joplin me distrajo un par de veces mientras leía, es irresistible esa mirada :P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Dansan. Efectivamente, sos el primero y el único. Esperemos que no el último, ¿verdad?
      Con respecto al cuento, acabo de leerlo. Relacioné a Julia con el mar por la descripción que hace Lennon de su Julia (oceanchild; seashell eyes; windy smile; her hair of floating sky is shimmering, glimmering in the sun; sleeping sand, silent cloud.)
      Y sobre el fondo, es artesanal. Lo armé yo figurita por figurita. Tiene otro gustito, ¿no?
      Gracias por participar y ser el primero. Si querés, pasame tu blog y me doy una vuelta. Saludos.

      Eliminar
  2. Gracias a vos Mar... Gracias por seguirme y por el comentario. (yo tampoco sabía que había borrachos así)
    Seguro tendrás más seguidores, todavía hay gente a la que le interesa escuchar buena música y leer buenos textos. Y tu blog tiene esas dos cosas, así que...
    Lo del cuento de Lainez fue por culpa de mis neuronas, que a veces me hacen relacionar cosas que no tienen relación. Me llevo a las patadas con ellas, pero no deja de ser divertido.
    Y el fondo es genial, si te gusta toda esa música, vas a tener mucho en que inspirarte para escribir. ¿Se te ocurre algo con alguna canción de Janis? Es que me encanta... (Ni te conozco y ya te estoy haciendo pedidos, perdón. Jajaja!)
    Otra vez gracias! Beso!

    ResponderEliminar

Vení vení, cantá conmigo.

Críticas, opiniones, sugerencias y pedidos de canciones son bienvenidos.